Negociaciones Sección XXII-Gobierno del estado. ¿Cuál es el marcador?
Por Samael Hernández Ruiz.
La Sección XXII del SNTE, logró instalar una mesa de negociaciones con el gobierno del estado. El 24 de octubre de 2017, en una reunión que duró cerca de cinco horas, el gobernador del estado convino en establecer la mesa para atender los asuntos más urgentes.
Ese mismo día, las voces disidentes al interior de la Sección XXII, señalaron que los resultados de la mesa habían estado “arreglados”. Señalaban el día 6 de septiembre como la fecha en que el gobierno federal les ofreció la toma de nota, liberación de las cuentas de la S22, camionetas suburban para las regiones y la remodelación de los hoteles que administra el sindicato, entre otras cosas.
El presidente Enrique Peña Nieto llegó a Oaxaca el día 7 de septiembre, pero el recibimiento del magisterio estuvo lejos de ser pasivo. Los enfrentamientos con la policía, la quema de camiones, el atentado contra un helicóptero de la comitiva presidencial, todos ellos hechos muy graves, no fueron noticias, porque la noche del día 7 de septiembre tembló en Oaxaca y el terremoto puso al margen el violento recibimiento de EPN en Oaxaca. ¿La violencia de la S22 fue una respuesta de los grupos excluidos de las pláticas, a los arreglos de los dirigentes del sindicato? Es posible, pero no lo sabremos a ciencia cierta.
Pero hay algunas coincidencias que deben tomarse en cuenta:
El 6 de noviembre a las 18:36 horas la dirigencia de la Sección XXII comunicó a sus bases, través de las redes, lo siguiente:
“Concluimos la mesa de trabajo con la comisión de seguimiento del gobierno del estado. Se iniciará el procedimiento para el descongelamiento de las cuentas del CAPP con las instancias directas del IEEPO y la sección 22. Se establecen los mecanismos para atender coordinadamente con los niveles educativos la operatividad y validación de las cadenas de cambios de la sección 22 a nivel estatal. Por lo que se orienta el traslado al zócalo”.
Con esta anotación al margen, debemos preguntarnos ¿qué demandaba abiertamente la Sección XXII?
Del total de dieciséis demandas centrales, sólo 4 (25%) son de competencia estatal, el 75% son de carácter federal o requieren de la concurrencia de ambos niveles de gobierno.
En condiciones en las que se observan tensiones evidentes entre el gobierno federal (SEP) y el gobierno del estado, resulta en extremo difícil una coordinación entre dichas autoridades para crearle viabilidad política a una parte de las 11 demandas del magisterio, 11 porque la primera, que refiere a la abrogación de los artículos 3ro, y 73 de la constitución, que fueron reformados, por el momento resulta inviable.
Dicho en otras palabras, el gobierno del estado está limitado en su capacidad de negociación por la naturaleza de las demandas del magisterio y sus contradicciones con el gobierno federal representado por el director general del IEEPO. Todo eso lo sabe la Sección XXII.
Por su parte, el sindicato de maestros se encuentra en una situación difícil, la reforma educativa tuvo un efecto doble y contradictorio en los maestros de base: mostró quien es el que manda sobre los recursos, pagos, ingreso, promociones y permanencia en el empleo, pero también mostró la cara neoliberal de la SEP. Si a los maestros se les hubiera dado seguridad en el empleo y se hubiera aplicado el acuerdo de creación del Nuevo IEEPO, la dirigencia de la S22 hubiera estado en una situación muy delicada; pero no fue así; debilitaron a la dirigencia, pero también asustaron a los trabajadores de base.
Con todo, la respuesta de los trabajadores disminuyó y la problemática la planteó la S22 de la manera siguiente:
- Falta de una ruta clara y de consenso para instrumentar la resistencia.
- No se logra una acción unitaria respecto a lo anterior.
- No se logra la aplicación de los planes y programas con el enfoque propuesto por el Plan para la Transformación de la Educación de Oaxaca (PTEO) y
- No hay respuestas a las demandas más sentidas de los niveles educativos.
El segundo punto era crucial para la S22 y se lograba en parte si se les regresaba el control del IEEPO.
Entre las respuestas otorgadas a la S22 por el gobierno federal y el SNTE, estuvo la toma de nota, lo que le da un respiro a la dirigencia, pero produjo el enojo de varios grupos (a quienes Abel Trejo dejó al margen de la comunicación), que exigen un Pre-Pleno para evaluar si hubo o no traición de la dirigencia en el tema de la toma de nota usada para disfrazar de logro un acuerdo con el gobierno del estado.
Otro logro del sindicato, derivado de la minuta del 10 de noviembre firmada con el gobierno del estado, fue la promesa de descongelar las cuentas bancarias, entre ellas las del CAPP, la reinstalación de la Sub comisión mixta, figura que no admite la reforma educativa; pero lo más importante fue el noveno acuerdo de la minuta, en el que, ante el desconocimiento de los funcionarios del IEEPO, se nombran como responsables para atender a los niveles ¡a los secretarios de organización y conflictos del sindicato!
Lo anterior significa que se acordó la operación de una estructura administrativa paralela al IEEPO.
No sé quién fue el “genio” que le recomendó lo anterior al gobernador del estado, pero lo metió en un serio problema.
El primer efecto es que la S22 recupera el control sobre la base magisterial, el segundo es que los funcionarios del IEEPO, aunque estén desconocidos de facto, son quienes firman y dan legalidad a cualquier decisión administrativa y esto llevará a conflictos al interior del propio IEEPO y podría abrirse un frente legal contra el gobierno del estado. Si el gobierno federal no hace nada al respecto, podrá decirse que la reforma educativa está muerta en Oaxaca.
¿Qué ganó el gobierno del estado? Tal vez tiempo o el informe del 15 de noviembre del gobernador sin graves dificultades, en otras palabras, una victoria pírrica.
Podría afirmarse que el marcador está 4 a 0 a favor de la Sección XXII en este primer tiempo.